1.- A LA PLANCHA: Debido a la alta temperatura que alcanza esta superficie antiadherente, el aceite que utilicemos para cocinar los alimentos no pasará al producto, utilizando una pequeña parte para que no se peque el alimento. Se utiliza mucho para perder peso. Es una alternativa a la fritura, respeta el sabor, la textura y las propiedades de los alimentos. Recomendación: cuando se cocinen alimentos finos poner el fuego fuerte para que se cocinen rápidamente y cuando los trozos son muy gruesos cocinar a fuego moderado e ir bajando la intensidad para que se haga por dentro y no se queme por fuera.

2.- AL MICROONDAS: Las ondas del microondas calientan el agua que tienen los alimentos por eso los productos más secos hay que añadirles un poco de agua como por ejemplo el arroz. Como los alimentos se cocinan en su jugo tienen más sabor y no necesitan prácticamente nada de sal. Los alimentos quedan buenísimos si los cocinamos en recipientes de silicona. Como el cocinado es muy rápido tenemos que estar atentos.

3.- AL HORNO: Los alimentos se pueden cocinar en su propio jugo por lo que no sería necesario añadirles aceite, así no aportamos tantas calorías y si comenzamos a cocinar a fuego fuerte formaremos una costra que impedirá salir los jugos al exterior y por tanto quedará más jugosa.

4.- AL WOK: Un salteado rápido, a fuego vivo y con poco aceite consigue sellar el alimento, reducir la pérdida de jugos, de vitaminas y minerales. Por lo que quedan  las preparaciones doradas y crujientes por fuera y sabrosas por dentro.

5.- A LA PARRILLA: Las cosas a la parrilla están tan buena porque forman una costra al recibir directamente el calor. Si el alimento es graso podemos romper la costra para que saque el aceite fuera. Con esta técnica los alimentos adquieren un aroma, sabor y textura diferentes.

6.- AL VAPOR: se trata de cocer el alimento mediante vapor de agua en un recipiente tipo rejilla. Los beneficios de esta técnica son que minimizan la pérdida de nutrientes al estar en contacto con una mínima cantidad de agua y no hace falta añadir aceite, así los alimentos conservan su sabor original. Las verduras no pierden su color y quedan al dente.

7.- HERVIDO: Es una de las mejores técnicas para cocinar verduras. Consejos para esta técnica: cortar las verduras en trozos grandes porque cuanto más pequeños son más pérdidas de vitaminas y minerales tienen. Utilizar la menor cantidad de agua posible para que queden más concentradas las vitaminas que estén el caldo. Cuanto menor sea el tiempo de cocción menor será la perdida de nutrientes, aprovecha el líquido de la cocción ya que es rico en vitaminas para otros guisos.